domingo, 29 de noviembre de 2015

SUFLÉ DE MARRON GLAÇE





Cuando la Baronesa Frambuesa habla de castañas,  en realidad, de lo que habla,  es del marron glaçé, esa castaña dulce, lujosa, laboriosa y dorada, cuyo nombre casa también con las baronesas y demás miembros de esa especie no protegida. Nada "huele" tanto a invierno,  como  los puestos de castañas asadas que aparecen de repente,  cuando llega el otoño. La castaña, que antiguamente mitigó hambrunas en los pueblos, se convierte tras un lento proceso,  en un bocado exquisito (si te gusta la castaña y lo dulce), cuyo origen está entre Italia y Francia... como casi todo  lo que tiene que ver con el lujo. Como corresponde a tan delicado proceso, no es barato, pero los amantes del marron siempre defienden que está justificado.

Este postre (de nombre tan sonoro y aristocrático) es una clásica receta francesa. Tiene ventajas: se prepara en 10 minutos y puede tenerse listo desde el día anterior, facilitando mucho el trabajo. Gustará mucho a los amantes de la castaña y el marron, pero  también a los no tan aficionados (mi caso), ya que su sabor se mitiga con el mascarpone. Es una elaboración muy sencilla que siempre queda bien.



INGREDIENTES:
para 4 moldes individuales de suflé
3 claras de huevo
200 gr. de crema de marron glaçé
100 gr, de mascarpone
3 cucharadas de brandy
60 gr. de azúcar
cacao en polvo
marron glaçé para decorar



ELABORACIÓN:

1. Untamos con mantequilla moldes individuales de suflé, y colocamos una tira de papel de horno alrededor para aumentar la altura. Llevamos al congelador

2. Mezclamos el mascarpone con la crema de marron y mezclamos bien, Añadimos el brandy

3. Batimos las claras hasta hacer un merengue, a mitad del proceso añadimos el azúcar

4. Añadimos unas cucharadas de merengue a la crema y mezclamos 

5. Añadimos el resto y mezclamos con movimientos envolventes

6. Llenamos los moldes y congelamos. Podemos hacerlo de un día para otro

7. Sacamos del congelador y llevamos al frigo 2 horas antes de servir. Sacamos del frigo, retiramos con cuidado el papel de horno, espolvoreamos de cacao y decoramos con trocitos de marron. Debe servirse muy muy  frío, pero no congelado. 







jueves, 26 de noviembre de 2015

BERENJENAS GRATINADAS







Que la cocina no tiene que ser complicada y y latosa es, según la Baronesa Frambuesa, una máxima  que sigue al pie de la letra, Para las ocasiones especiales, bien están los platos especiales pero, para el día a día,  hay platos sencillos,  fáciles, sanos y nada sofisticados que son   realmente buenos, Por si fuera poco, algunos son realmente baratos. (esto último,  más que una máxima,  es para ella una religión), Este plato cumple todas estas condiciones. Es  sencillo y rico, no nos luciremos con este plato, pero gustará a (casi) todos.

Unas berenjenas rellenas de pisto y trocitos de jamón, es un plato que  soluciona un almuerzo o una cena, sin necesidad de más acompañamientos ni guarniciones. Incluso podemos dejarlas preparadas previamente y gratinarlas en el momento de servir, sin necesidad de prepararlas en el momento, Además, las eggplants (según ella) son tan decorativas que, con un poco de gracia, se convierten en un  centro de mesa, hasta que las condenemos a la sartén.


INGREDIENTES:
berenjenas
cebolla
pimiento
un poco de tomate natural (al gusto)
tacos de jamón 
queso (según nuestra preferencia)
sal 
aceite de oliva



ELABORACIÓN:

1. Cortamos las berenjenas en dos, longitudinalmente. Espolvoreamos con sal abundante y dejamos una hora, para que pierdan el amargor

2. Picamos la cebolla y el pimiento y pochamos en aceite de oliva; añadimos el tomate, seguimos rehogando,

3, Lavamos y secamos la berenjena, Extraemos la carne, sin romper la piel, picamos y añadimos al pisto, Mantenemos al fuego removiendo de vez en cuando, para que no se queme, Añadimos los tacos de jamón y probamos de sal.Una vez que la berenjena esté hecha, retiramos, 

4. Llenamos la berenjenas con el guiso, cubrimos con queso y gratinamos

La berenjena es muy baja en calorías pero absorbe mucho aceite. Si vamos a freírlas, conviene dejarlas en agua y sal 24 horas, de esta manera además de perder amargor, servirá  para que absorban mucho menos aceite, 

jueves, 12 de noviembre de 2015

FLAN DE ALMENDRA




El origen del flan parece remontarse a los griegos, así que, su historia es casi la de la humanidad. A pesar de ello, hoy en día, es difícil encontrarlo en las cartas de los restaurantes; quizá por su simpleza, quizá  por haber entrado directamente  (para algunos) en la categoría de "cocina viejuna". Para colmo, en la mayoría de los sitios donde aparece seguido de  la coletilla "casero", parece  haber saltado, directamente, del lineal del supermecado. Asi pues, si queremos flan, no queda otra que prepararlo en casa.  Un  flan tradicional solo lleva leche y huevos y, si no se abusa del azúcar, es un alimento completo  apto para todos. Además, admite muchas variaciones e ingredientes que lo transforman. 

Según la Baronesa Frambuesa lo más importante para realizar un buen flan (que nunca ha hecho), es que los huevos sean de primera, en sus palabras:  deben ser de gallinas felices (!?!)... o sea, de gallinas que corretean alegres por los verdes prados...¿aún queda de eso?. De la leche no dice nada... que las vacas sean felices no parece tan importante... En cualquier caso, este plato tan fácil, rápido y sano, no es solo alimento de niños, es un final agradable para una comida y permite usar la imaginación y la despensa  para transformarlo cada día.





INGREDIENTES:

 300 ml. de leche condensada
300 ml. de leche entera
5 huevos (no olvidar preguntar si las gallinas se sienten felices)
5 cucharadas soperas de almendra molida ( más o menos, segun nuestra preferencia)
4 sobres de azucar (unos 32 gr,) para caramelizar el molde


ELABORACIÓN:

1.- Con los 4 sobres de azúcar caramelizamos el molde y dejamos enfriar

2.- En un bol batimos la leche condensada, los huevos y la leche, procurando no meter aire

3.- Colamos y vertemos en el molde caramelizado; si quedan burbujas en la superficie las retiramos con una cuchara

4.- Añadimos la almendra, revolviendo si airear

5.- Tapamos el molde, poniendo una hoja de papel de aluminio o papel de horno y ajustamos la tapa de la flanera.

6.- Cocemos al baño maría. Yo utilizo la olla rápida, ponemos agua, introducimos el molde y tapamos. Ponemos al fuego, cuando (en mi olla), se han levantado los dos anillos, mantengo de 7 a 10 minutos, apago el fuego y dejo que los anillos bajen totalmente. Sacamos, dejamos enfriar totalmente  y servimos. Se hace perfectamente de un día para otro, lo que simplifica mucho




(*) Los pequeños ojos que a veces aparecen en el flan  no alteran el sabor, se deben a que al batir o al verter en la flanera, hemos introducido burbujas

(*) El flan tiene que quedar bien cuajado pero cocido lo justo, no en exceso, siempre resulta más agradable , suave y ligero si no nos pasamos de cocción